sábado, 10 de octubre de 2015

Domingo desierto.

Recuerdo mearos desde lo alto del rascacielos, cómo lluvia.
Recuerdo a Lucía, a Carmen, a Sara.
Hablándome a la oreja, yo mordiendo sus espaldas.
En espiral giraba yo, en hélice ellas, así nos encontremos.
Pero se marcharon y dejé de buscarlas; pues ya fueron mías, y mitades.
Hoy una de mis musas es madre, yo no la hice madre, pero si mujer.
Que las nubes dicten el destino a su paso.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Crepuscular.

Te vi rezarme con las manos juntas.
A ti, y a tantos otros... un leve aleteo.

Zeus lanzando rayos a mi paso,
Y yo perdido en el primero.

Mis primeros pasos jamás flotarán,
Cómo jamás flotó tu cuerpo, y
Que ha donde vaya él, yo me lanzo,
Y que no es más mio que tuyo mi tiempo.

Poesía rubia florecía de una jarra de birra,
Yo borro las huellas que dejé en tu espalda.
Tu cara tan atemporal lo sigue siendo hoy día.
Y yo sin metas, buscando salidas...

viernes, 28 de agosto de 2015

3013

Aún buscaba a su sol soviético, aún negándolo... desde luego ya no brillaba como antaño. A su paso veía su rostro, pero no era más que eso, un rostro, y la vana esperanza de que volviesen a lucir fulgurantes sus ojos, pero ahora sólo brillaban frente a un bolso caro... "¿Qué importa la belleza del bolso, mientras sea caro?" Ni se lo cuestionaba... yo se lo hubiese cuestionado, pero ya se marchó el tiempo, y con él hasta el deseo, pero jamás conseguirían robarme la búsqueda del sueño.

miércoles, 5 de agosto de 2015

NUNCA EN EL OLVIDO!!

Pablo Hasél,,, Los que nunca se dejaron explotar: https://youtu.be/Qooi2aBJdlE

Olvídate del mañana

Bajó el sol a despertarme,
saqué la espalda del banco,
y me levanté con hambre,
hambre de sueños, de ojos blancos
de ojos limpios.

Reposé mi último recuerdo y,
en el anterior, tenia 8 años,
oía música clásica, rap underground.

También repose el amor actual, y en el ya pasado; su poesía temblaba cómo tiemblan pijos en barrios proletarios, cómo arden las sirenas de la ambulancia, vaivenes. Infranqueable su risa mítica, inolvidable el manto de su pelo que abrigaba un anochecer más.