jueves, 28 de mayo de 2015

Bajo el cosmos.

Bajo el cosmos
mirábamos al cielo ilusos
sin pensar en el martirio
en el agobio al albor del
equilibrio de los dioses,
con los ojos como platos,
ilesos, sin abstinencias.

Nos dimos las llaves del mundo
pero cerremos las puertas.

Que ya si eso en otra vida,
pero a esta, dale un segundo
más del que nos dimos.

Y olvide del todo, que
debajo de aquel cielo,
besé libertad en manos del químico,
en cuerpos candentes de cariño...

Cuándo ni yo supe ser un niño,
ahora, el cuco vuela sobre nidos.

Reviento mis tímpanos,
mi corazón correoso,
mi cerebro, mi hígado.

¿Dónde estás?
Donde estés...
ya nos veremos...

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