lunes, 15 de junio de 2015

Presidio.

Dentro de un ataúd de muelles,
apoyado en el mueble más bajo.

Mezclo tequila con tus lágrimas.
Yo no tengo, estoy seco.

La poesía va a morirse en tu coño.
Pero no es poesía, si en él penetran otros.

No quiero esa mierda de oro, niña yo voy a por los diamantes.
Tu sangre en mis dedos, mis dedos en tu bajo vientre.
Y tus ojos, delante.
Ya lloré suficiente, sangré bastante.

Nos veremos el lunes.
Lo necesito cómo aire, después de sumergirme.
Nos vemos el martes.
Lo necesito cómo sangre, después de vaciarme.
Nos veríamos el miércoles,
Lo necesito cómo irme, de este sendero hecho pasto.
El jueves es nuestro, cariño, apuesto todo, lejos del casino, me dejo la polla, y las yemas de los dedos en tu clítoris.
Sólo en ti, soy feliz.
Cuándo te vayas volverán a nacer las ganas que siempre estaban de morir... me, follo a tus musas.

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